Mi crush

Desde hace 20 años amo a una mujer que conocí en un libro (Demasiado Amor), hoy después de haberla conocido vuelve a mi vida con una secuela (Demasiado Odio) en dónde me pregunto si en verdad la vida puede transformarnos tanto en cuanto a nuestra esencia; de esa mujer que conocí hace ya unos ayeres no queda nada de brillo sus bellos ojos; hoy solo la acompaña la tristeza, el odio…

Tuve la oportunidad hace aproximadamente un año de escribirme con la escritora Sara Sefchovich para “reclamar” por la nueva Beatriz, por supuesto también la suerte de que se diera el tiempo y me contestara, su respuesta fue hermosa, sin embargo en su defensa ante mi reclamo dijo que ella no inventó el mundo, que ella solo retrataba y que ese es el terrible mundo en que vivimos hoy…

He pensado en esas palabras durante ya algunos meses, la pluma de la autora destruyó a mi Beatriz querida y la cambió por un ser que hoy no reconozco.

La importancia de los libros en analogía con la vida radica en que cada quien puede regresar a ser y estar con quien quiere según la historia que queremos vivir, uno escoge la realidad en la que quieres iniciar una aventura, ¿quieres a la Beatriz ocurrente simpática que enseña con maestría lo que es amar a un desconocido y representarlo con estampas de colores y sabores de México?… ¿Quieres a la Beatriz ingenua que da cuerda sin pausa a la sexualidad que no conocía y te divierten sus aventuras y ocurrencias? o ¿Quieres a la Beatriz que ya no le sorprende nada y que vive porque es lo que debe hacer, subsistir?… prefiero sin lugar a dudas guardarme en mi corazón a la Beatriz que vive y no sobrevive, a la que fluye y disfruta.

Dichosos los que aún son como mi Beatriz, los que se sorprenden por las cosas que pasan a su alrededor. A los que nada les resulta indiferente y a los que todo los lleva a lugares si bien no necesariamente placenteros, sí de aventuras locas. A los que quieren, saben o al menos luchan por Vivir. Por amar.

Sentirme viva

Te pasa que de pronto tienes mucho que decir y que cuando te pasan el micrófono te quedas callado porque todas las ideas se esconden y ya no quieren salir? Pues hoy en mi segundo día de escritora estoy viviendo esa ausencia de las supuestas grandes ideas que suelo tener… Cómo es posible que enfrentarse a una página en blanco te deje sin palabras?… En dónde se esconden las palabras cuando no quieren ser descubiertas?… La escritura, aunque es un medio para transmitir, a veces suelo compararla con “la sonrisa”, muchos piensan que el acto de sonreír es un reflejo necesariamente del sentimiento de felicidad, pero hay quien comenta que aun y cuando estés triste si te forzas a sonreír obligará a tu estado de ánimo a cambiar. Pues bien, eso es la escritura para mí, no necesariamente el medio para transmitir lo que siento, sino para incluso sentirme un ser humano, la escritura me hace recordar que siento y que siento mucho… Vaya! Que estoy realmente Viva!

Responsabilidad(?)

Pienso en la responsabilidad de escribir y que a “lo mejor” nadie te lea o te tome en serio, pero si a “lo peor” alguien, solo una persona encuentre en tu escritura la luz para conducirse… La escritura es responsabilidad que muchos no están(mos) dispuestos a concientizar; pero en la parte egoísta: Qué bien se siente poder hablar a través de los dedos!, es el auténtico lenguaje del amor… las palabras que no se las lleva el viento, las que tienen una evidencia y que trascienden, no habrá memoria que cambie la historia, siempre existirán ad infinitum… y más bien lo que deberá analizarse en un futuro es el contexto y circunstancias del por qué de esas palabras…

Las palabras…

Hace algunos años tuve la oportunidad de visitar mi lugar místico preferido, Japón… aprendí la importancia de platicar con la gente, de verla a los ojos y sentir paz a través de una conversación (sin que se hable el mismo idioma) o escuchar el monólogo de alguien. Eso busco tener, pláticas con extraños que solo buscan eso, la interacción a través de las palabras. El arte de conquistar la mente a través de las ideas. Eso ofrezco y eso pido. La búsqueda del amor a través de las palabras que contienen humor, inteligencia y acidez.

Confesión de una principiante

Tengo tiempo siendo una cobarde, sí!!!! Una cobarde escondida a través de una frase que dice lo mismo, solo cambia el tono con el que matizo mi mentira… “algún día voy a escribir una novela”… mi frase trillada… solo me digo que saldré del clóset de los escritores cobardes. Llevo con esta mentira ya algunos años y no me estoy haciendo más joven… el tiempo pasa y sigo esperando que alguien o algo escriba por mí todo lo que podría tener la capacidad de decir… y siempre me pregunto, y si no la tengo?… me animo pensando que a lo peor nadie me lea, pero hoy por fin me he metido al agua porque al menos quiero aprender a nadar…