Una reunión cualquiera…

Un inocente juego que pretende divertir cuando menos, no a los hombres, da inicio. Ocho manos de dioses juegan en un partido de dominó cubano, el destino que vendrá. Divertido pensar que se echan apuestas entre aquellos que sus creencias les dictan cuidarlos. Habrá quienes, con ilusiones fallidas intentarán transformar infortunio en suerte; inútil lograrlo, comenta Azul, resistiendo la mueca de burla. Blanco alza la copa con discurso emotivo, los invita a culminar sin adversidades, aún faltan temas importantes por determinar; el vino hidrata ahogadamente los ánimos, especialmente los de Negro que se pone a manotear. Las apuestas mesuradas comienzan en hechos que como raza humana “pueden fácilmente superar”, se elevan a fatalidades “casi imposible por soportar”, sin que una voz de mando les haga recular; Rojo se observa preocupado, intenta detenerlos sin éxito, seguro está que las calles teñirán color escarlata el nuevo año que vendrá.

Un comentario sobre “Una reunión cualquiera…

  1. No había tenido la oportunidad de leerte, y gratamente confirmo como surge tu escritura sin dudarlo. Recuerdo cuando alguna vez conversamos, y mencionabas tu deseo por escribir. Finalmente lo has logrado, te felicito.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario